lunes, 28 de diciembre de 2009

somáticamente hablando,

me engripé

me dio fiebre

vomité hasta pensar que la mañana

no llegaba nunca,

tuve sistitis,

tuve calambres en los pies,

en el medio de la noche,

durmiendo sola o acompañada,

me retorcí y grité en silencio de dolor,

un gesto digno de ser registrado

por un buen director de cine ou la mort,

no desperté a nadie,

morí de frío y de calor

y de hambre y saciedad

en cuestión de segundos,

me reincorporé y siempre

el centro del cuello estuvo a punto de explotar,

entendí algunas

cosas sobre las sonrisas y sobre los

hombros y sobre el arco del pie y sobre todo,

sobre todo

el último calambre

subió

hasta la pierna

y quizás siga subiendo

otra noche

de sorpresa.